martes, junio 4

La prueba definitiva

Si quieres saber si estás listo para tener una relación seria con alguien o si esa persona está comprometida al cien contigo, no tienes más que pedirle que inicien un negocio juntos.
Oh sí, suena simple, pero la verdad es un asuntazo que para qué les cuento...

Estas vacaciones yo tenía la plena intención de trabajar, emplearme en alguna cadena de comida rápida y ganar dinero, ya saben, ir ahorrando para la uni y para cuando me salga de mi casa; sin embargo, parece que mi tamaño y apariencia no termina de convencer a mis contratadores. Qué más quisiera yo que verme como una chica de mi edad y medir lo que mide una persona normal, pero para mi desgracia parezco de doce años y mido menos que un pigmeo (okey, no tan así, pero seguro que entre los pigmeos no sería la más alta tampoco).

Me presenté a varios puestos, pero después de darme un vistazo me salían con el "eres menor de edad y no puedo contratarte", aún cuando el tipo que entraba a entrevista después mío era dos años menor (claro que medir 1.70 de altura y tener barba le ayudaba mucho). Cuando ya empezaba a plantearme ponerme un bigote falso, una amiga me comentó que acaba de abrir un puesto de raspados en su casa y que no le estaba yendo nada mal.

Lo pensé un poco y un día, como por coincidencia, mi caballero me sugirió autoemplearnos, poner un negocio juntos, y yo, claramente, acepté. Como es época de calor, me pareció que los raspados era una buena línea a seguir, y mi imaginación empezó a volar respecto a cómo hacerlos y dónde vender...

Pero ya pasados un par de días, cuanto más lo pienso ¡más miedo me da! Es decir, no es que no confíe en él o en nuestra dama, pero ¡poner un negocio juntos es ir muy en serio!
Osea, poner dinero los tres para comenzar algo así como un patrimonio, trabajar juntos, hacer ese esfuerzo extra e intentar mantenerlo todo el tiempo que sea posible... 
Es casi como casarse! Jajajajaja, no, ya en serio, está peliagudo. 

Mi experiencia me dice que cuando se trata de dinero, las cosas se ponen peligrosas. Siempre habrá el sentimiento de "yo estoy haciendo más que ustedes y no recibo lo justo", o no falta el "yo estoy poniendo X cosa de más" o el "yo invertí más que tú", y así puedo seguir y seguir...
Amistades largas, cuentas claras. Espero no verme envuelta en esos sentimientos esgoístas, y también espero que aprendamos a trabajar juntos sin distraernos ni nada de eso. Y espero que le hallemos una solución al problema de las ganancias, porque a como yo lo veo todo excepto una pequeña cantidad debería ir a nuestro fondo común de ahorros... el problema es si llega el día en que ese fondo tenga que dividirse en tres... o en dos...

¿Si nos separamos qué pasaría con el negocio? ¿El negocio sería un factor importante de peleas? Espero sinceramente que no.

Por mi parte, trabajaré en serio. Trabajaré duro, primero para lograr que funcionen los raspados y luego para vencer mi pánico a las ventas, y luego para llevar un administración efectiva. También espero no causarle problemas a mamá... ¡Ya tenemos suficientes por el momento!

Uf... ¿triunfaremos? ¿quedará como una linda anécdota? ¿Será el punto final o el inicio de algo mejor? Como quiera que sea sólo diré una cosa más: ¡más les vale que vengan a comprarnos raspados! xD

No hay comentarios:

Publicar un comentario